Es que el Ñañito sí tenía bien puesto los colores de Papillón, jamás se cambió de camiseta y
siempre fue el rostro que identificó a la orquesta del rico vacilón. Todo Tarapoto sabe bien que Carlitos Urrestty hizo historia en Papillón desde los tiempos que tocaba en discotecas charapas. Además, con su inconfundible voz y peculiar estilo grabó los exitazos ‘Cómo se mata el gusano’ y ‘Qué pasó’,
dos pegajosas cumbias del oriente que hizo bailar a toda la selva, Lima y resto del país.
Incluso, ambas canciones hizo que por primera vez una agrupación de Tarapoto pueda realizar giras internacionales a Chile y Argentina.
¿Pero renunció o lo sacaron?
“Carlitos prefirió dar un paso al costado, ya no quería estar alejado de su familia ni de sus hijos. Para colmo su ex orquesta empezó a fallarle cada vez más con los pagos. Fue ahí que optó por lanzarse con su propio grupo ‘Los Reyes de la Selva’ en su tierra natal de Tarapoto y todas las semanas cumple presentaciones", reveló en exclusiva al blog LO JUSTO PE BARRIO su socio Gustavo Martínez Gabaldoni, con quien acaba de formar la promotora “UyM Producciones”, empresa con la cual tiene planeado, inicialmente, recorrer toda la Amazonía y después llegar a la capital.
¿Es cierto que Ud. también fue mánager de Esaud cuando se lanzó de solista?
Más que manager fui un amigo que apostó por su talento. Desde un inicio lo puse al frente de ‘Esaud Suárez y Orquesta’, proyecto musical que me costó una inversión importante, pues adquirí un moderno equipo de sonido, instrumentos musicales nuevos, vestuarios y la producción de 10 mil discos compactos y DVD’s.
¿Qué pasó entonces?
Simplemente que a mis espaldas Esaud se vino a Lima, negoció con Caribeños, chapó su buena plata y a la semana me mandó decir con un coordinador que renunciaba a su sueño, dejando en el aire y sin trabajo a toda la orquesta y un grupo humano que artísticamente dependía de él. Esaud es un gran cantante, pero como persona deja mucho que desear.
¿Finalmente no regresó a Caribeños sino a Papillón?
Sí pues, al parecer Chanta es otra de sus víctimas. Lo único que puedo agregar es que la justicia divina tarde o temprano siempre nos pasa la factura.
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