Hace más de tres años tuve ocasión de conocerlo en El Súper Complejo. Tenía toda la pinta de ser un hombre tranquilo, bonachón, y sobre todo: sencillazo. Me cuentan que no tenía vicio conocido, que su única debilidad era el trabajo y que confeccionando y colgando sus banderolas era cumplidor, pero que más cumplidor era cuando tenía que pasar por ‘cajatambo’ (cobranzas).
“Hola Flores, siéntate, ¿Ya almorzaste? ¿No? Entonces pide amigo, con confianza, aquí Luchito es pata. Lucho te presento a Flores ‘el hombre fuerte de las banderolas’, con él no hay pierde”… Era uno de los primeros días de enero del 2007, en un restaurante de Los Olivos, cuando el empresario y promotor artístico José Zelada Gómez, más conocido como el genio de América, me presentó por primera vez a Félix Eusebio Flores Flores (48), quien la mañana de hoy miércoles 23 de junio del 2010 dejó de existir en el Hospital de Los Olivos, tras sufrir dos paros respiratorios, sumergiendo en la más profunda tristeza a todo el mundo de la cumbia y especialmente a su esposa Angélica, a sus cuatro hijos y paisanos.
“El lunes al mediodía (ante-ayer) estuvo aquí y conversamos buen rato, incluso para este sábado 26 él estaba haciendo en El Huaralino la Fiesta de San Juan (con El Lobo José Luis Arroyo, Sociedad Privada y Kaliente de Rubén Sara), lo tenía todo listo, pues ya había empezado a colgar las primeras banderolas y estaba seguro que su tono charapa iba ser un gol de media cancha”, nos comentó apenado Panchito Farroñay, administrador gerente de El Huaralino de la Panamericana Norte, a los pocos minutos de enterarse de la partida eterna de su viejo y buen amigo nacido en Huari-Ancash.
Sus amigos más cercanos sabían que Flores tenía diabetes, que hace un año le habían detectado dicho mal y que al principio lo dejó bien flaco. Pero nada más, pues rápidamente volvió a la chamba y nada hacía suponer un trágico y pronto desenlace.
“Después de reunirse con gente de Agua Marina, la noche del lunes, empezó todo. Al inicio tuvo un pequeño mareo, pero no le hizo caso. Es más, estaba con hambre, buscó un chifa y se comió un platón de arroz chaufa y para bajarla su gaseosita. Pero cuando llegó a su casa el hombre se puso mal y lo llevaron de emergencia al hospital”, nos reveló el siempre servicial y atento Henry Cruz, experimentado coordinador de eventos folclóricos y cumbiamberos del cono norte, visiblemente impactado por la noticia.
Desde que llegó de su tierra Huari, hace más de veinte años, siempre apoyó al folclor y especialmente a la cumbia norteña, todos los cantantes, artistas y grupos lo conocían, trabajó con todas las orquestas, Agua Marina, Armonía 10, Caribeños, Tony Rosado, Marisol, Papillón, Caña Brava, Hnos. Yaipén, América, Corazón Serrano, Grupo 5, etc. Flores era querido por todos. Sus restos están siendo velados en su casa de Carabayllo, y mañana jueves serán llevados al Súper Complejo y El Huaralino de la Panamericana Norte, donde a pedido de la gran familia de la cumbia, en ambos locales, también le darán el último adiós antes de que reciba cristiana sepultura en un camposanto de Puente Piedra. (Lo Justo Pe Barrio)
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