El artista huancavelicano Damián de la Cruz Ccanto, danzante de tijeras conocido como “Ccarccaria” recibirá en noviembre próximo en la ciudad de Nairobi (Kenya - África) el reconocimiento por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), por su aporte al Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, así lo informó el responsable de Turismo de la Dirección Regional de Comercio, Turismo y Artesanía Marino Padilla Chanca.
Ccarccaria y Haydée Raymundo |
El reconocido cultor de la tradición andina, conforma el grupo representativo del Perú, que fue evaluado y seleccionado por el Instituto Nacional de Cultura recibiendo el informe favorable del órgano subsidiario del Comité Intergubernamental para la Salvaguarda del Patrimonio Inmaterial, organismo encargado de evaluar las candidaturas.
La danza de las tijeras o “gala” es una danza originaria de los Chancas, cultura que se desarrolló en los andes del centro sur del Perú (principalmente en Huancavelica y Ayacucho), cuyo marco musical es provisto por un violín y un arpa; los campesinos la llaman “Layccas” los “galas” llevan en la mano derecha dos placas independientes de metal de aproximadamente 25cm de largo y que juntas tiene la forma de un par de Tijeras de punta roma y las entrechocan mientras bailan, se dice que su lado mágico obedece a un pacto con los “Apus”*, debido a las sorprendentes pruebas que ejecutan, las cuales se denominan Atipanacuy.
La danza de las tijeras o “gala” es una danza originaria de los Chancas, cultura que se desarrolló en los andes del centro sur del Perú (principalmente en Huancavelica y Ayacucho), cuyo marco musical es provisto por un violín y un arpa; los campesinos la llaman “Layccas” los “galas” llevan en la mano derecha dos placas independientes de metal de aproximadamente 25cm de largo y que juntas tiene la forma de un par de Tijeras de punta roma y las entrechocan mientras bailan, se dice que su lado mágico obedece a un pacto con los “Apus”*, debido a las sorprendentes pruebas que ejecutan, las cuales se denominan Atipanacuy.
De la Cruz Ccanto se encuentra muy entusiasmado y su sonrisa contrasta con la grandeza de su arte, heredado de sus ancestros de un linaje que remonta hasta el Taki Onccoy; rebelión cultural andina que se suscitó a mediados del siglo XVI, contra la criminal agresión cultural y religiosa europea conocida como la extirpación de idolatrías.
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