No
llega al metro y medio de estatura, pero sobre el escenario es una gigante. Y
si la bandurria (instrumento oriundo de Cusco) llega a sus manos, su grandeza
no tiene límites. Estamos hablando de la siempre imitada, pero jamás igualada “Rosita
de Espinar”, quien con su estilo original, sana picardía e inconfundible voz ha
logrado conquistar todas las provincias y pueblos del país, siendo bautizada
con toda justicia como ‘la diva de la bandurria’ o ‘Diva del sur’. “En algunos
lugares hasta me dicen la Shakira del pueblo, no me gusta tanto, pero igual
agradezco el cariño del público”, nos cuenta la popular intérprete de éxitos
arrolladores como “Amor cibernético”, “Cholito lindo” y su siempre reclamado “Suspiros
de amor”, infaltable tema en todos sus conciertos, siendo ya un verdadero
clásico del huaino cusqueño contemporáneo.
“Rosita
de Espinar” celebrará este sábado 25 de agosto sus primeros 16 años de vida
artística, en el Complejo Santa Rosa de Santa Anita, hasta donde llegarán
figuras estelares como Dina Páucar, Gisela Lavado, Raúl Arquínigo, Flor
Yauyinita, Los Puntos del Amor, La nueva estrella, Osito Pardo, entre otros
grandes artistas.
Y
esta fecha especial lo que más pide la joven artista cusqueña es la paz y
tranquilidad para su pueblo de Espinar que en los últimos meses se ha visto
enfrentado por las mineras. “Yo cada vez que puedo envío dinero para mis
paisanos más necesitados, sobre todo para los niños más pobres. Como
provinciana lo único que puedo decir es que la tierra es lo más importante para
nosotros, pues de ella comemos”, precisó la también conocida ‘Diva de América’ que
gracias a su estilo innovador de mezclar sonidos de la bandurria y requinto,
también ha logrado cruzar las fronteras ofreciendo conciertos en Bolivia,
Brasil y Argentina.
“Incluso
hace poco me llamaron para una gira por Estados Unidos, aún estoy analizando la
propuesta, ya que lo primero para mi es mi público del Perú y me da miedo
viajar tan lejos”, confesó Rosita que se inició en la música cuando apenas
tenía nueve años y pese a las adversidades logró hacerse de un lugar importante
en la escena del folclor.
“Antes
uno cantaba gratis para demostrar el talento y no te pagaban ni un sol, pero
eso me hizo más fuerte. Yo provengo de una familia de músicos, pero mis padres
no creían mucho en mí, me veían chiquita y ronquita. Hoy he marcado todo un
estilo en el folclor y gracias al público mi agenda de shows está copada hasta
fines de año”, finalizó,